Los parámetros de la medición de la presión arterial (sistólica, cuando se contrae el corazón y diastólica, cuando el corazón se relaja entre latidos) están relacionados con la elasticidad y el diámetro de las paredes arteriales.
Cuando se requiere de mucha presión para hacer circular la sangre, el músculo y las arterias más pequeñas reciben una cantidad anormal de estrés, lo que reduce la cantidad de oxígeno que llega a los vasos sanguíneos más pequeños del cuerpo.
Los niveles de potasio afectan a la presión arterial alta, especialmente la relación con los niveles de sodio.
En general, se recomienda consumir cinco veces más potasio que sodio, pero la mayor parte de la población obtiene la proporción inversa y consume dos veces más sodio que potasio.
El potasio es un mineral natural que el cuerpo utiliza como un electrolito que conduce la electricidad, por lo que es vital para el funcionamiento normal.
La diarrea, vómitos, sudoración excesiva y algunos medicamentos, podrían agotar o alterar el equilibrio de potasio. Pero la razón más común por la que los niveles de potasio no están dentro de los límites normales se debe a las malas elecciones alimenticias.
Las cantidades adecuadas de potasio también se relacionan con una recuperación más rápida después de ejercitarse y mayor fuerza muscular.Como electrolito, el potasio ayuda a regular el balance de líquidos en las células.
La proporción sodio-potasio es la clave para tener músculos fuertes y arterias relajadas
El desequilibrio en la relación entre sodio y potasio no solo puede conducir a la hipertensión sino que también puede contribuir a:
- Cálculos renales
- Deterioro cognitivo
- Cataratas
- Osteoporosis
- Disfunción eréctil
- Úlceras estomacales
- Artritis reumatoide
- Cáncer de estómago